viernes, 25 de marzo de 2011

és de

Galopan a través de la pulcridad golpeando con brocha gorda intentando resquebrajar la realidad. Mientras tanto la ventana sigue impávida recogiendo del ambiente a ese polvo vagabundo que navega sin rumbo. El reflejo de la luz del alba nos traduce todo esto dándonos una posibilidad antes de empezar a contar. La cuenta de la vieja se inicia hacia atrás, y una vez hecho esto no podemos regresar, ni por lo tanto comenzar a recordar que el pájaro de la ventana es el fiel reflejo de esa realidad que algún alguien algún día nos quiso robar. El polvo sigue en la ventana observando minuciosamente y la gente transita por la avenida sin ser consciente de que los días son sólo eso, días y que todo terminará dando inicio a otra partida en la que más pájaros jugarán sin poder reflejarse en el cristal. Cristal que permanecerá ahí dándonos la oportunidad de vislumbrar, atisbar lo que cada uno entenderá por realidad.

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